El Belén Monumental que hoy conocemos es la consecuencia de cómo ha ido evolucionando la celebración de la Navidad en San Lorenzo de El Escorial.
Esta tradición se remonta en el tiempo hasta aquellos momentos en los que las familias cumplían con el ritual de desempolvar las figuras para recrear el Belén y comenzar la acumulación de los diferentes elementos que lo configuraban (musgo de la Herrería, escorias de las calderas del Hotel Felipe II, serrín de la carpintería de Garrido, ramas de pino del barrio de Abantos…).
Estos belenes formados por figuritas modestas de barro cocido, borreguitas de patas de alambre, casas de corcho, molinos, pajares, etc., se iban ampliando todos los años gracias a los suministros especializados que comercializaban algunas tiendas de la localidad. Algunos de estos belenes participaban en un concurso que tenía gran aceptación popular, al igual que los que se montaban en el Monasterio y en la Parroquia.
Alfonso Martín Sánchez, autor de una breve historia del surgimiento y evolución de las fiestas navideñas de San Lorenzo de El Escorial, señala como la Peña de El Chupetín, de la que era miembro, organizó la primera Cabalgata de Reyes en 1958.
Pensada en principio para los hijos de la peña. finalmente se convirtió en una celebración abierta a todas las personas que quisieran participar gracias a la intervención del coadjutor de la Parroquia San Lorenzo, quién les pidió que se organizara para todo el pueblo. Paralelamente un grupo de vecinos que podrían llamarse “Peña el sotanillo” realizaron un Belén tradicional en un rincón de la Plaza del Ayuntamiento. De esta manera se da forma a unas fiestas navideñas que invaden las calles y plazas de la localidad.
Poco a poco las fiestas de Navidad van tomando cuerpo. En años sucesivos se montaron Belenes temáticos en la Plaza de la Cruz. Cada año se elegía un motivo a conmemorar, de manera tal, que el Belén servía para homenajear a diferentes personas e instituciones de ámbito nacional o local. Destacaron los dedicados a: UNICEF, Rodríguez de la Fuente, Cruz Roja, Patrimonio Nacional, Payasos de la Tele, Juan Pablo II, Aldeas SOS, Romería, El tambor, La Corona real, Antonio Cobos, Eurovisión, TVE, Vírgenes, Tebeos infantiles, etc.
Los años pasaban, y los niños que empezaron viendo a los Reyes con sus padres, se hicieron mayores, fundaron nuevas peñas y dieron un nuevo impulso a la celebración de la Navidad. Una de ellas, “Zipi y Zape” empezó a colaborar con la Peña “El Chupetín” hasta que finalmente tomó el relevo.
Las fiestas se iban enriqueciendo gracias a la diversificación de las actividades programadas y a los cambios que se introducían en su desarrollo, tales como el traslado del Belén a la Plaza del Ayuntamiento en 1987 o la ampliación de la campaña navideña hasta los quince días, como en ningún otro municipio de los alrededores.
Diez años más tarde, en 1997, la Agrupación de Amigos Zipi-Zape convocó a una serie de artistas locales (Abascal, Pardito, José Luis Rodríguez, Alfredo del Moral, etc.), para coordinar un grupo de gente dispuesta con el fin de promover un Belén que fuera más allá de lo hecho hasta la fecha. A la convocatoria respondió, entre otros, Mariano Pardito, artista local, quién finalmente se encargó de diseñar y organizar el primer Belén Monumental de San Lorenzo de El Escorial.
El primer año el Belén fue muy sencillo pero sirvió para visualizar el alcance y la dimensión que tendría en el futuro, en un municipio cuyo clima riguroso en la época invernal necesitaba de un atractivo turístico que atrajera un gran número de visitantes reduciendo la temporalidad.
Se realizó con figuras a tamaño natural y tomó tal derrotero que hoy se considera un atractivo turístico de gran nivel que es visitado anualmente por un importante número de personas procedentes no sólo de los alrededores, sino de otros municipios de la región e incluso de otras comunidades autónomas.
En el año 2008, Carlos Contreras, colaborador habitual del Belén, se pone al frente en la coordinación de los trabajos del Belén, manteniendo su filosofía sin dejar de incorporar continuas innovaciones, con un diseño novedoso cada año. La importancia del Belén Monumental queda manifiesta en el interés mostrado por el empresariado del centro urbano de San Lorenzo de El Escorial, que desde 2009 colabora parcialmente en su financiación.
La pandemia incidió negativamente en esta celebración. Durante el año 2000 las restricciones impidieron la celebración tradicional. Sin embargo, se promovieron dos iniciativas que permitieron mantener esta tradición en el tiempo. Por una parte, el Belén se redujo a la mínima expresión colocándose únicamente la escena del Nacimiento en la plaza del Ayuntamiento, al tiempo que numerosas figuras aparecieron “confinadas” en los balcones de muchas terrazas del centro urbano. Por otra se organizó una iniciativa con la colaboración de la población local para crear el vídeo El Belén monumental en imágenes, con las aportaciones de vecinas y vecinos de San Lorenzo de El Escorial.
Al año siguiente en 2021, año de la celebración del 25 aniversario el Belén Monumental se ha podido montar en algunas calles de la localidad, respaldado por una exposición callejera conmemorativa de las diferentes celebraciones desde su inauguración. Aún sin llegar a la extensión prepandémica y gracias a las medidas de seguridad adoptadas, su celebración ha vuelto a ser un verdadero éxito.
La declaración del Belén Monumental como Fiesta de Interés Turístico Regional supondrá un nuevo impulso a esta actividad que surge y se mantiene merced a la voluntad de un gran número de personas que intervienen en su elaboración, así como a la estrecha colaboración existente entre estos y el M.I. Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial.